Oscar Perone junto a su colmena áurea |
Esta técnica es diferente a la apicultura convencional que conocemos todos, no se preocupa de prestarles los cuidados necesarios de las abejas, sino de darle las condiciones que ellas necesitan para volver a ser abejas, las condiciones que han tenido durante más de 60 millones de años, que son mucha paz y mucho espacio. Esto lo logramos con colmenas que son enormes cajones de más de 280 litros de capacidad durante todo el año que pueden alojar grandes cantidades de abejas y por otra parte no intervenimos en el nido ya que se les devuelven las tareas a las abejas y sólo se visitan para inspecciones y cosecha.
Colmenar comunitario Chiloé, sector Yerbaloza |
De esta forma es una técnica simple, natural, orgánica, sin químicos, ni alimentación, ni herramientas complejas y que se plantea como una propuesta consistente ante el problema de la desaparición de las abejas en el mundo entero.